El estrés es una de los males que lamentablemente nos afecta todos, hasta los niños tiene estrés. el mismo no es malo, pero si es en demasia puede causar terribles problemas; he aquí 8 pasos para relajarse y botar todo ese estrés que nos acaba y destruye. Webmaster
Que levante la mano el que no tenga estrés. ¿Cómo? No vemos ninguna mano levantada. ¿Será porque hoy día es prácticamente imposible vivir sin esa sensación agobiante?
Pero, después de todo, ¿quién no va a tener estrés cuando todo parece conspirar para que, obligatoriamente, sucumbamos a la presión de la tensión? Explotan bombas en Londres, los nenes están de vacaciones y uno no sabe qué hacer con ellos y, por si fuera poco, el jefe nos cogió por el cuello, nos cogió tremendo tapón... ¿Seguimos?
La lista de razones para sentirse abrumados y con ganas de salir corriendo son innumerables. Pero antes de que nos lancemos a la calle en pelotas, recordemos la frase: "Inhala paz, exhala ansiedad".
De modo que, si tú también estás al borde de un ataque de nervios, échales un vistazo a estas sugerencias para que te bajen un poco los niveles de ansiedad, no vaya a ser que la policía te arreste y termines presa y con estrés adicional por andar en cueros gritando como una loca.
1. Desconéctate
Regálate una hora de silencio. Apaga el celular, el teléfono y todo lo demás que timbre, suene o alborote. Y, si fuera necesario, ponte también unos tapones en los oídos para bloquear los ensordecedores ruidos externos que le ponen los nervios de punta a cualquiera. Así evitarás escuchar la sirena de la ambulancia, la construcción de al lado de tu casa, el carro que pasa chillando gomas y las bocinas del tapón. Pero si no cuentas con mucho tiempo, no te des por vencida por que no puedas apartarte del mundanal ruido durante toda una hora. Al menos intenta descansar del revolú durante 10 minutos aunque sea. Te sorprenderás de los resultados.
2. Déjalo salir
¿Te acuerdas de aquel anuncio con el estribillo de "déjalo salir"? ¿Estás compungida y triste? ¡Pues llora, grita y patalea! Date esa licencia, tú te la mereces. No te cohíbas de expresar lo que sientes. Enciérrate en tu cuarto y llora todo lo que te dé la gana. Y si eres de lágrima dura, pon una musiquilla bien triste y rompe a llorar hasta con los anuncios de los mormones.
3. Todo tiempo pasado fue mejor
Cógete unas vacaciones de las cosas serias. Reúnete con un grupo de amigas y dedíquense a no hacer nada y a no hablar de nada con trascendencia. Mejor diviértanse recordando cosas buenas y chéveres que hayan vivido y no le den espacio a lo triste. Esto es ideal para desconectarse. Por algo dicen que el tiempo pasado es el mejor.
4. A reír se ha dicho
Cuando prendas la TV, ni se te ocurra ver noticieros o programas lúgubres. Mejor sintoniza programas de comedia como las Golden Girls, Fraiser, Seinfeld o Everybody Loves Raymond. Éstos siempre logran arrancar carcajadas hasta de la más tiesa de todas las personas. Pero si no te gustan las comedias, otra alternativa es el Travel channel. Los escenarios de paisajes naturales son tan bonitos y diferentes, que te sentirás como si estuvieras viajando sin necesidad de montarte en un avión.
5. Contacto físico
Vivir sin afecto y sin contacto humano es deprimente. Es importante que tu pareja, tu hermana, tus amigas y tu mamá te abracen y te demuestren su cariño, no sólo con palabras, sino también con el tacto. Pero si estás "más sola que la una" encuentra la mejor fuente de afecto desinteresado: ¡adopta una mascota! Los perros y los gatos son muy cariñosos y te ofrecen un amor incondicional que no tiene precio. Pero, ojo, una mascota requiere de atención y cuidados especiales. Si no estás dispuesta a asumir ese tipo de responsabilidad, mejor cómprate un peluche.
6. Bota la pesa
No te provoques más estrés de lo que la vida obligatoriamente te impone. Las mujeres vivimos obsesionadas con el peso. Si estás flaca, ¡horror porque estás flaca!; si estás gordita, ¡se acabó el mundo porque eres gorda! Nunca estamos conformes, así que, mejor ni te peses. Y cuando sientas que la tentación de pesarte va a poder más que tú, haz lo que siempre has querido hacer: ¡bota la pesa pa'l... mar viejo!
7. Di lo que te molesta
No te calles las cosas. Si algo te incomoda o te parece injusto, dilo. Si no hablas, corres el riesgo de que tu molestia se te "enquiste" en el sistema y, de ser así, la que saldrá perdiendo serás tú. Por otro lado, a veces, tendemos a ver las cosas más grandes de lo que son o malinterpretamos situaciones que nos hacen daño. Así que, háblalo, que para eso tienes la boca.
8. No le oigas monsergas a nadie
Si tienes una amiga o una compañera de trabajo que se pasa quejándose todo el tiempo, atrévete a decirle que no la quieres oír más. Tú no le tiras tus problemas encima a nadie más, de modo que tampoco tienes por qué estarle oyendo las tragedias a nadie.
Fuente:Sitios Españas/8 Leyes para bajar el estrés