Cuando eliminamos líquidos mediante la transpiración o la orina, también perdemos sal, produciéndose un desequilibrio entre la sal que se perdió, y la que tenemos que ingerir pues el organismo necesita recuperar. La sal es buena para los calambres, para regular el ritmo cardíaco, para posibilitar que se transmitan los impulsos nerviosos, ayuda a conciliar el sueño, evita la salivación excesiva, equilibra el azúcar, permite al intestino absorber nutrientes, ayuda a la osteoporosis, a la regulación de los ácidos, etcétera.
Ahora hablemos de los perjuicios de consumir sal en exceso, ya que no todo es color de rosa. Provoca aumento de la tensión arterial y retención de líquidos. La sal retiene líquidos; el potasio los elimina.
Entre los alimentos vegetarianos, contienen abundante sal: el pan, mayonesa, mostaza, salsa de soya, ketchup, salsa de tomates, frutos secos y aceitunas. Las frutas y los vegetales frescos, la poseen en cantidades mínimas.
Fuente: Vegetomania/Propiedades de la sal