Aunque el movimiento de salud holística (natural) hace cierto énfasis en estos puntos, realmente no le son distintivos. Desde un principio el Creador proveyó el régimen vegetariano para la humanidad (Gen. 1:29).El uso de las hierbas para ayudar a la curaci6n se ha desarrollado en forma natural. Elena de White dice:
“Los remedios más sencillos pueden ayudar a la naturaleza, sin dejar efectos malsanos después de usarlos” (Mensajes Selectos, tomo 2, Pág.. 295). Dice además:
“Hay muchas hierbas sencillas que, si nuestras enfermeras aprendieran su valor, podrían usarlas en lugar de las drogas, y las hallarían muy efectivas. Muchas veces se me ha pedido consejo en cuanto a que hacer en caso de enfermedad o accidente; entonces he mencionado algunos de estos remedios sencillos, y han resultado beneficiosos” (Id., Pág.. 295).
Aunque en ciertas ocasiones se pueden usar algunas hierbas sencillas en forma adecuada e inteligente, nuestro pueblo debiera recibir orientaci6n en cuanto a los peligros que pueden surgir del uso indiscriminado de los remedios naturales, y de los consejos que dan algunas personas sin fundamento científico. Los tratamientos naturales que imparten individuos sin conocimiento de farmacología, pueden ser tan radicales y venenosos como lo era el uso de las drogas más peligrosas empleadas en el tiempo de Elena G. de White.
La preparación moderna de medicamentos para curar las enfermedades es un estudio científico. Requiere un conocimiento intimo de la fisiología, los procesos biológicos, la patología y la química, así como numerosos experimentos y pruebas de laboratorio. En este campo es imprescindible usar el método científico, si se quiere obtener un producto seguro y útil.
Por otro lado, la medicina popular a base de hierbas, como por ejemplo la que se encuentra en las publicaciones sobre cómo curarse con hierbas que abundan en las tiendas de salud y las librerías de los centros comerciales, por lo regular está basada en datos que no están al día, folklore, superstición y hasta fantasía. más importante que eso, el uso ignorante de tratamientos a base de hierbas puede conducir a enfermedades serias. Algunas hierbas son carcinógenas, algunas son toxicas al sistema humano, mientras que otras pueden producir efectos secundarios serios.
Nuevamente somos guiados por los consejos de Elena de White hacia la “medicina preventiva”, ese estilo de vivir que abarca un régimen nutritivo, abundancia de ejercicio, agua, sol, aire, y descanso; un estilo de vida temperante y confianza en Dios. Para tratar enfermedades sencillas, podemos usar remedios sencillos; para las enfermedades serias, “los conocimientos de médicos capacitados” (Profetas y Reyes, Pág.. 157). El personal médico capacitado tiene su lugar. “En los días de Cristo y de los apóstoles había médicos. A Lucas se lo llama el médico amado. El confiaba que el Señor le concedería la sabiduría necesaria para aplicar correctamente los remedios” (Mensajes Selectos, tomo 2, Pág.. 328).
“Los remedios más sencillos pueden ayudar a la naturaleza, sin dejar efectos malsanos después de usarlos” (Mensajes Selectos, tomo 2, Pág.. 295). Dice además:
“Hay muchas hierbas sencillas que, si nuestras enfermeras aprendieran su valor, podrían usarlas en lugar de las drogas, y las hallarían muy efectivas. Muchas veces se me ha pedido consejo en cuanto a que hacer en caso de enfermedad o accidente; entonces he mencionado algunos de estos remedios sencillos, y han resultado beneficiosos” (Id., Pág.. 295).
Aunque en ciertas ocasiones se pueden usar algunas hierbas sencillas en forma adecuada e inteligente, nuestro pueblo debiera recibir orientaci6n en cuanto a los peligros que pueden surgir del uso indiscriminado de los remedios naturales, y de los consejos que dan algunas personas sin fundamento científico. Los tratamientos naturales que imparten individuos sin conocimiento de farmacología, pueden ser tan radicales y venenosos como lo era el uso de las drogas más peligrosas empleadas en el tiempo de Elena G. de White.
La preparación moderna de medicamentos para curar las enfermedades es un estudio científico. Requiere un conocimiento intimo de la fisiología, los procesos biológicos, la patología y la química, así como numerosos experimentos y pruebas de laboratorio. En este campo es imprescindible usar el método científico, si se quiere obtener un producto seguro y útil.
Por otro lado, la medicina popular a base de hierbas, como por ejemplo la que se encuentra en las publicaciones sobre cómo curarse con hierbas que abundan en las tiendas de salud y las librerías de los centros comerciales, por lo regular está basada en datos que no están al día, folklore, superstición y hasta fantasía. más importante que eso, el uso ignorante de tratamientos a base de hierbas puede conducir a enfermedades serias. Algunas hierbas son carcinógenas, algunas son toxicas al sistema humano, mientras que otras pueden producir efectos secundarios serios.
Nuevamente somos guiados por los consejos de Elena de White hacia la “medicina preventiva”, ese estilo de vivir que abarca un régimen nutritivo, abundancia de ejercicio, agua, sol, aire, y descanso; un estilo de vida temperante y confianza en Dios. Para tratar enfermedades sencillas, podemos usar remedios sencillos; para las enfermedades serias, “los conocimientos de médicos capacitados” (Profetas y Reyes, Pág.. 157). El personal médico capacitado tiene su lugar. “En los días de Cristo y de los apóstoles había médicos. A Lucas se lo llama el médico amado. El confiaba que el Señor le concedería la sabiduría necesaria para aplicar correctamente los remedios” (Mensajes Selectos, tomo 2, Pág.. 328).
Fuente: todoadventista.blogspot.com/El Vegetarianismo y el Tratamiento por Medio de Hierbas