La caspa es la descamación excesiva y visible del cuero cabelludo debido a una regeneración demasiado rápida de las células epidérmicas.
Este proceso es necesario para eliminar las células muertas al mismo tiempo que se forman unas nuevas, pero en circunstancias normales pasa absolutamente desapercibido.
El problema de la caspa es diferente dependiendo del tipo de cabello.
Cuando el cuero cabelludo es graso, el sebo aumenta en la superficie de la epidermis y a él se adhiere la caspa.
Además la superficie de la piel se inflama e irrita dando lugar a picores muy molestos. Sin embargo, cuando el cuero cabelludo es seco, la caspa no se pega al sebo y entonces se forman escamas de pequeño tamaño que se despegan fácilmente de la epidermis.
Por el contrario, la epidermis sufre menos irritación.
En ambos casos es necesario utilizar productos anticaspa que eliminen los micro-organismos, purifiquen el cuero cabelludo y alivien los picores.
Tipos de caspa
Hay dos tipos de caspa: la seca, que normalmente surge en la pubertad y se caracteriza por ser escamas pequeñas y volátiles, y la grasa, que aparecen en el cuero cabelludo seborreico, con escamas de mayor tamaño, grasas y difíciles de quitar.
En ambos casos, el mejor tratamiento es mantener el cabello limpio y desinfectarlo usando un champú o loción anticaspa.
La utilización de estos productos debe ser intensa en un principio, para luego ir aligerándola a medida que la situación mejora, ya que un tratamiento intensivo prolongado irritaría el cuero cabelludo y se generaría más caspa. Habitualmente, este problema capilar no se soluciona totalmente y reaparece por ciclos.
Por tanto, es aconsejable tomar medidas para controlarlo
Fuente: Diario Correo/ La Belleza del Pelo sin Caspa