Realizar de 5 a 6 comidas al día y poco cuantiosas. Beber abundante líquido: de 1,5 a 2 litros al día (agua, agua de arroz o zanahoria con un poco de sal, bebidas de rehidratación oral) para reponer las pérdidas y evitar la deshidratación. Aliñar con zumo de limón.
Cuando cocines utilizar cocciones sencillas: hervidos, plancha y cocción al horno. Eliminar la leche de la dieta. Restringir los condimentos irritantes (pimienta, pimentón, vinagre, etc.). Tomar zumos naturales de manzana, plátano o uva, sin añadir azúcar. Tomar inicialmente las verduras en forma de puré fino, pasado por el pasapuré y coladas (sin cebolla y con patata).