Los frutos secos son de gran importancia en una buena alimentación. Los frutos secos tienen proteínas, fibras y nutrientes fundamentales para la salud del corazón, principalmente las nueces, el maní, las almendras y las castañas de cajú. Cada uno de ellos tiene propiedades que los distinguen: las almendras son ricas en Vitamina E y Calcio, las castañas en Zinc, el maní tiene proteínas y es antioxidante y las nueces poseen ácido linolénico alfa, uno de los componentes del ácido es Omega-3.
Todos los frutos secos son beneficios para el cuidado del corazón. Según un estudio realizado por Nurses’ Health, aquellos que comen 140 gramos de frutos secos por semana tienen en un 35% menos posibilidades de problemas en el corazon que los que comen menos de 30 gramos por semana.
Hay muchas personas que piensan que el comer frutos secos engorda, comer nueces o maní no engorda por sí solo sino que hay que tener en cuenta tu alimentación en general y si lo complementas con actividad física. Recuerda que todo en exceso hace daño.
Los frutos secos son una fuente de salud para el organismo. Cada fruto seco tiene unas propiedades distintas que pueden ayudar a mejorar ciertos niveles de nuestro cuerpo. Las nueces son buenas para el colesterol, que si se combinan con ejercicio y una buena dieta, pueden ayudar a combatirlo. Ya sean almendras, pistachos, nueces, anacardos, avellanas o cacahuetes, el aporte energético que te brindan los frutos secos, así como el valor nutritivo, los hacen unos alimentos ideales para combinarlos con cualquier tipo de dieta. En la dieta mediterranea son un componente importante.
Los frutos secos también pueden ayudar a proteger al organismo contra las enfermedades cardiovasculares, ya que actúan sobre los lípidos de la sangre. Los frutos secos son un alimento recomendables para los vegetarianos.
Añadir los frutos secos a la dieta nos aporta sustancias antioxidantes. Se estima que se deben tomar entre 3 y 7 puñados de frutos secos a la semana para llevar una dieta sana. Los puñados no deben ser muy grandes. Hay estudios que afirman que los frutos secos ayudan a prevenir enfermedades como la arterioesclerosis y que también mejoran la actividad sexual.
Los frutos secos son buenos para la tensión arterial. Los frutos secos forman parte del grupo de alimentos considerados calóricos, y esto se debe a su alto contenido de grasas. En promedio un 50% de su contenido, por lo cual 100 gramos equivalen a aproximadamente 600 Kcalorias. Pero una ración normal de 20 a 30 gramos sólo proporciona unas 120-150 kcalorias.
Las grasas que contienen, son cardiosaludables, y según diferentes estudios, el consumo diario o continuado de una pequeña ración (25 gr.), reduce los niveles de colesterol total, y colesterol LDL (malo) y aumenta los niveles del colesterol HDL (bueno). Todo este proceso se debe fundamentalmente a que los frutos secos, son muy ricos en ácido oleico y fitoesteroles. Estos últimos desempeñan un papel importantísimo en nuestra fisiología disminuyendo la absorción de colesterol en el intestino delgado.
Es importante señalar que dentro las vitaminas del grupo B, se destaca el aporte de ácido fólico, quien reduce la progresión del proceso arteroesclerótico. Los frutos secos también son antioxidantes naturales, ya que nos protegen frente a la acción tan destructiva de los radicales libres. Este poder antioxidante se lo brinda el alto contenido en Vitamina E, o tocoferol. Los tocoferoles son quienes protegen a las lipoproteínas de baja densidad (LDL) en sufrir alteraciones por los radicales libres.
Muchas son las ventajas que nos ofrecen los frutos secos para seguir una alimentación cardiosaludable, controlando la cantidad que consumamos diariamente, haremos de ellos un alimento rico y sano.